Sierra Tarahumara |
Por Herman Bellinghausen
La Jornada
25 de Julio del 2011
http://www.jornada.unam.mx/2011/07/25/opinion/a12a1cul
La Jornada
25 de Julio del 2011
http://www.jornada.unam.mx/2011/07/25/opinion/a12a1cul
Conforme avanza la crisis causada por la criminalización de la vida civil, mayor es la pérdida de identidades y certidumbres de lo que solía ser México. Los ciudadanos nos hemos convertido en espectadores de nuestra propia desgracia, protagonistas en cuánto víctimas, colaterales o no, de la agotadora emergencia nacional, que ya duró y no tiene para cuando. No es el caso, hasta cierto punto, de la porción significativa de la población conformada por los indígenas, dato más allá de lo estadístico. De ellos viene la única respuesta sólida, realista y legítima a las interrogantes de la confusión nacional: defenderse, recuperar lo robado, resistir y no sólo aguantar. No dejarse.
Muy propio de la crueldad intrínseca del neoliberalismo es descartarlos, condenarlos a desaparecer, así sea de manera vergonzante, diluirlos o matarlos. Para ellos, los indios son nuestros africanos. Sobran. Y además conservan bajo sus plantas el suelo más o menos intacto que le queda a esta saqueable nación. En tiempos de desbocada voracidad capitalista, los poderes van tras ellos. Andan de cacería, ínclitos herederos de los vaqueros del porfiriato que salían a cortar cabelleras de indios, para después llegar a cobrarlas a los cuarteles.