martes, 28 de febrero de 2012

Ordenan a mineras suspender actividades en la zona sagrada huichol de Wirikuta


El Quemado. Foto: Juan Carlos Bucio

El pueblo wixárica pidió amparo contra First Majestic y la filial mexicana Real Bonanza
La resolución del Poder Judicial de la Federación plantea suspensión provisional de la explotación

Angélica Enciso L.
Periódico La Jornada
Martes 28 de febrero de 2012, p. 41

El pueblo wixárica (huichol) obtuvo la suspensión provisional del Poder Judicial de la Federación sobre el proyecto minero de la empresa canadiense First Majestic, previsto para realizarse en Wirikuta, zona sagrada. Esta resolución se dio a partir de un amparo interpuesto el año pasado por la comunidad indígena y servirá para revisar a fondo todos los elementos jurídicos que tienen que ver con este plan.

Iván Guzmán, responsable del área de prensa del Frente en Defensa de Wirikuta, explicó que sobre el proyecto La Luz, de First Majestic, y de la filial mexicana Real Bonanza, el Consejo Wixárica interpuso un amparo y obtuvo esta resolución, con la cual un juzgado reconoció que se trata de un problema complejo.

Precisó que se trata de una suspensión a toda actividad de explotación, no de la cancelación de las concesiones que posee First Majestic. Apuntó que entre los elementos jurídicos que se revisarán están que la población no tuvo derecho a una consulta libre, bien informada y previa, tal como establece la legislación vigente, como es el artículo 169 de la Organización Internacional del Trabajo, del cual México es signatario.

Desde hace al menos año y medio, comunidades huicholas han demandado la cancelación del proyecto, poque incluye uno de sus territorios sagrados, quizá el más importante.
Santos de la Cruz, uno de los voceros wixáricas, señaló que así como para los guadalupanos La Villa es importante su templo, para nosotros es Wirikuta.

De 6 mil 326 hectáreas concesionadas por el gobierno federal a First Majestic, 70 por ciento corresponden a Wirikuta; en esas concesiones está incluida la antigua mina de Real de Catorce, que dejó de operar hace 22 años.

El Frente en Defensa de Wirikuta explicó que este territorio sagrado abarca los municipios de Catorce, Charcas, Matehuala, Villa de Ramos, Villa de Guadalupe y Villa de la Paz, en San Luis Potosí; fue declarado Área Natural Protegida Sitio Sagrado Natural por el Gobierno de San Luis Potosí en 1994, y cuenta con cerca de 140 mil hectáreas.

Palabras del Senador Castellón por la defensa de Wirikuta


El recurso legal otorgado por el Poder Judicial de la Federación al Pueblo Wixárika para que no se conceda permiso de explotación minera para el proyecto La Luz, en el municipio de Catorce, en San Luis Potosí, es "un precedente importante" porque obliga a ir al fondo del tema de las concesiones mineras en lugares que tienen un significado ancestral para las culturas milenarias de nuestro país, afirmó el senador del PRD, Javier Castellón Fonseca.

27 de febrero 2012

domingo, 26 de febrero de 2012

El poder judicial otorga al pueblo Wixárika la suspensión para detener explotación minera del proyecto La Luz de la First Majestic en Wirikuta

Boletín de Prensa
Frente en Defensa de Wirikuta Tamatsima Wahaa


Gran Peregrinaje a Wirikuta, Febrero 2012- Foto: Benjamín


>> No se podrá otorgar ningún permiso en tanto no se resuelva el fondo del asunto planteado.
>> La intención de explotar recursos naturales mediante 38 concesiones mineras en el territorio sagrado de Wirikuta queda suspendida.

26  de Febrero del 2012

Los tribunales federales otorgaron de manera definitiva la suspensión del acto reclamado por el Pueblo Wixárika (Huichol) a fin de que no se otorgue ningún permiso de explotación para el proyecto minero La Luz, en el Municipio de Catorce en San Luis Potosí, en tanto no se resuelva el fondo del asunto planteado.

Ante la omisión del Estado mexicano de garantizar sus derechos humanos y con el objetivo inamovible de la protección integral del territorio sagrado de Wirikuta, ante las amenazas agroindustriales y minero metalúrgicas, el Pueblo Wixárika presentó una demanda de amparo ante el Poder Judicial de la Federación exigiendo el respeto a los derechos que el Estado mexicano se ha comprometido a proteger a nivel nacional e internacional.
La comunidad Wixárika busca la reivindicación espiritual a través de la peregrinación de sus centros ceremoniales y mediante acciones ante el Estado mexicano e instancias internacionales.
Wirikuta, territorio sagrado de los wixaritari (huicholes), abarca los municipios de Catorce, Charcas,  Matehuala, Villa de Ramos, Villa de Guadalupe y Villa de la Paz en el Estado de San Luis Potosí, fue declarado en 1994 Área Natural Protegida Sitio Sagrado Natural por el Gobierno de San Luis Potosí y cuenta con aproximadamente 140 mil hectáreas, lugar en donde el gobierno federal ha otorgado por lo menos 38 concesiones mineras para explotar los recursos mineros, poniendo en riesgo la biodiversidad, la continuidad del ecosistema del Desierto Chihuahuense, la calidad del agua, la salud de la población y al pueblo Wixárika.
El derecho territorial de los pueblos indígenas, no sólo reconoce las tierras o superficies en los que los pueblos se establecen, sino que, además, contempla aquellos espacios y territorios a los que tradicionalmente tienen acceso, así como el hábitat y su entorno, esto es, la integridad de elementos naturales que conforman el ecosistema.
El territorio de Wirikuta representa para la cosmogonía Wixárika el lugar en donde se fundan las esencias de vida y el nacimiento del sol, lo cual representa un elemento indispensable de su identidad cultural y para su subsistencia como pueblo originario. En este contexto resulta indispensable que el Estado mexicano consulte al pueblo Wixárika y obtenga su consentimiento libre, previo e informado de acuerdo a la legislación vigente, para que garantice de manera efectiva sus derechos fundamentales.
La reivindicación de los derechos del pueblo Wixárika ha sido acompañada por la Comisión Nacional de Derecho Humanos y la Oficina del Alto Comisionado en México de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quienes han mostrando su interés y disposición para la defensa del territorio sagrado.

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Frente en Defensa de Wirikuta Tamatsima Wahaa (el agua de nuestro hermano mayor) por encomienda del Consejo Regional Wixárika por la Defensa de Wirikuta.


La modernidad “nos puede acabar”


Gran Peregrinaje a Wirikuta, Febrero 2012. Foto: Laura Carmen Magaña

Este miembro de la clase sacerdotal huichola destaca que las amenazas son externas e internas, y hay reales posibilidades de que se consuma la tradición de "Wirikuta".

Peregrinar a Wirikuta repercute en la buena salud de la nación huichola, advierte don Salvador Sánchez González, anciano cantador del poblador de El Cerrito, perteneciente a Tuxpan de Bolaños, anexo sur de San Sebastián Teponahuaxtlán, la más extensa de las comunidades wixaritari de la Sierra Madre Occidental.

Hombre moreno, delgado, de nariz aguileña, dicharachero como pocos, hace reír a propios y extraños mientras discute con los camioneros las condiciones del viaje y las anécdotas de otros tiempos. Su agudo sentido común suele ser el bálsamo que resuelve conversaciones anodinas.

“Hace bastantes años que nosotros tenemos un interés y una obligación; es un compromiso para nosotros en nuestra creencia que nos dejaron […] ellos, los ancestros, lo hicieron por su familia, por su ganado, por su maíz, y entonces hicieron el sacrificio de venir; lo que vemos para nosotros es una cosa tan sagrada, porque si nosotros no hacemos esto, nos va mal; yo no pude estudiar, no sé leer ni escribir, no sé nada, pero tengo una experiencia que durante tanto tiempo que tengo, 92 años, desde 1921 que nací, empecé a venir; lo sagrado es que llega a nosotros y tenemos para más pensar, para más soñar, para más saber, para tener ánimo y tener valor, y no podemos dejar pasar dos o tres años sin andar para acá […] A nosotros el resultado que nos da la peregrinación a Wirikuta es que nuestro pueblo se ha levantado más, y a nuestra comunidad siempre se le han resuelto los problemas que ha tenido, y por eso lo hacemos nosotros, porque es para todo, para salvar a un compañero o amigo, y por eso lo hacemos, y si el mismo gobierno pensara eso, haría algo para evitar que se acabe Wirikuta con la minería”.

Este largo soliloquio, a la entrada del bosque de yucas o izotes de Las Margaritas, en el desierto del altiplano potosino, es preludio para comenzar la recolección del hícari o peyote, la planta sagrada que inmemorialmente utiliza un wixárika para entrar en contacto con sus dioses.

Don Chava cree que podrían estarse viviendo los últimos tiempos de los ritos milenarios que se han sostenido ante numerosos avatares históricos.

- Si usted viene desde el año de 1921, ¿antes era muy difícil seguir estas rutas?
- Se venía con unos sacrificios, andando. Era un mes para llegar y un mes para el regreso; era más castigado y se hacía mejor, se le sufría más, pero en ese sufrimiento se resolvían más cosas buenas; hoy voy en un coche, y eso no lo debería hacer yo, pero ni modo, así se viene haciendo todo, para mí ya le estamos cambiando un poco [al ritual y la peregrinación], pero no deberíamos hacer eso, y pienso que llegará el día en que lo vamos a dejar.

lunes, 20 de febrero de 2012

El mundo sagrado de los huicholes entre la minería y los “Zetas”


Peregrinaciones a través del desierto revelan el mundo místico de los huicholes y el enconado debate entre una modernidad materialista y una tradición milenaria

Reportaje especial de Milenio Semanal
19 de febrero del 2012
http://www.msemanal.com/node/5301

Wirikuta, 6 de Febrero, 2012. Foto Benjamín
Esta vez, la peregrinación de los pueblos wixaritari ha traído, a través del desierto, la lluvia, milagro anhelado por un mundo largamente sediento.Ya se anunciaba cuando los viajeros de la ruta mística, provenientes de Waut+a (San Sebastián Teponahuaxtlán, Jalisco) se detuvieron en el manantial de Yoliath, y tras un rito con sonidos de caracolas, velas y breves cantos, recibieron una noche de luna llena que pronto se cubrió de nubes negras y relámpagos fulgurantes que estremecieron los costados del cielo anchuroso.
En ese sitio los ojos ajenos no ven; donde hay una arboleda y un aguaje, además de una choza rústica, está en realidad un templo. “El cuerno es como cuando llegas a una casa y avisas que ya estás llegando”, explicó el presidente de Bienes Comunales, Octaviano Díaz Chema.
La señal volvió a la jornada siguiente, tras la persecución de la pezuña de venado azul, el peyote, en las inmediaciones de Las Margaritas, frente al macizo montañoso de El Catorce, cuando la brisa de la tarde trazó dos magníficos arcoiris sobre la tierra amarilla y el polvo de los caminos.
Real de Catorce amanece el seis de febrero con una pertinaz precipitación que se convierte en aguanieve. “Han pasado 13 meses de sequía”, aseguran aliviados diversos lugareños, optimistas por lo que además pudiera ser un signo mágico que da una especie de confirmación a la superioridad moral de la defensa de su mundo sagrado por los huicholes contra la minería materialista, que tasa todo en pesos y centavos.
La ruta de los peregrinos se sigue todos los años por una tierra áspera, de ganadería extensiva, cristianismos simples, migrantes y clima extremo; región acostumbrada a últimas fechas a los estrépitos de las AK-47, las persecuciones, los retenes y los “levantones”, y a su música de banda con relatos monocordes de hazañas de rebeldes sin más causas que el amor ilimitado a la violencia, a las mujeres y el poder, en vidas “breves pero gloriosas” que parecen el irónico homenaje posmoderno a los héroes homéricos.
Tierra de auroras y ocasos luminosos, escasez de agua, inmensas llanuras y bosques de yuca, carreteras con pavimentos fracturados, casas de adobe color ocre, vientos gélidos, estrellas fugaces. Lejanas campanadas de iglesias, aullidos de coyote, cactus coloridos y desafiantes, afanosos murciélagos, serpientes sigilosas, búhos que acechan, hombres de rostros endurecidos al influjo constante de la eternidad del desierto.
Estas tierras hostiles llevan hacia Wirikuta, “de donde toda la vida ha nacido”.
El trashumante huichol no sólo debe recorrer de 250 a 450 kilómetros, según el punto de partida y la ruta a seguir —pues no bastan la voluntad y el despliegue físico. Debe limpiar sus pecados públicamente, hacer rituales, presentar ofrendas a las numerosas deidades del descampado, ayunar, recoger el hícuri o jícuri (peyote) y atravesar cinco puertas “místicas pero reales”, desde la aldea de origen, en algún punto de la Sierra Madre Occidental, en Jalisco, Nayarit o Durango, hasta el pie de la montaña sagrada, el cerro Quemado oRa’unax+, altar mayor de Wiricuta.
Allí se renovarán las “velas de la vida”, la base del precario equilibrio que sostiene al mundo.
Es una peregrinación anual que parte de los más diversos pueblos durante algún momento de los seis meses que conforman “el día del año wixárika”, la época de secas —pues es preciso hallar en Wirikuta a los “dioses de la luz”. Peregrinación preparada con minuciosidad por marakames, jicareros, cantadores y demás autoridades religiosas y agrarias. En esta ocasión, se han alineado decenas de aldeas, pues hay, además del diálogo místico con las deidades, una intención política claramente definida: enfrentar los intereses de las mineras.
Es una lucha contra la economía de la acumulación que representan los consorcios canadienses, contra la renovada sed mundial del metal argentífero, contra esa modalidad de proyectos de desarrollo y generación de empleos que divide hoy a los ejidatarios mestizos propietarios de las sedientas tierras de Wirikuta, contra el individualismo y la desmesura de hombres de ambiciones de corto plazo y grandes efectos.
Salvador Sánchez González, de El Cerrito, es un nonagenario cantador: “Nosotros estamos pidiendo que no se hiciera (el proyecto de la mina), pero como el dinero es muy bonito a lo mejor sí se va hacer; pero nosotros no sabemos, a lo mejor los compañeros de estas rancherías ya están de acuerdo, no sabemos, pero qué podemos hacer… nada”.
También le preocupa una amenaza interna de las comunidades, la disolución de costumbres: “Antes durábamos hasta tres meses en ir y venir, no había carreteras, no había camiones, no había comodidades, era duro (…) hoy vengo en un carro, y no está bien, pero además, los jóvenes no vienen, está la escuela, está el trabajo, las fiestas deben durar menos, puede que todo se nos acabe…”.
Es así, una batalla contra el tiempo, contra las tentaciones de lo mundano y los triunfantes afanes del siglo (de allí el término “secularismo”), contra los que alertaban los franciscanos que hace menos de medio milenio hollaron estos desiertos en busca del hombre nuevo, de la “pureza adánica” de una humanidad que había sido olvidada.

jueves, 16 de febrero de 2012

El Charco del Ingenio, Jardín Botánico, se pronuncia por Wirikuta



El día de hoy en San Miguel de Allende, Guanajuato, César Arias de la Canal,  Presidente del Consejo Directivo del Charco del Ingenio, Jardín Botánico acompañado por Jesús Lara Chivarra, integrante del Consejo Regional Wixárika,  se entrevistaron con  la  Embajadora de Canadá en México, SRA. SARA HRADECKY, e hicieron entrega formal de la siguiente carta por la defensa de Wirikuta, que a continuación compartimos: 




y aquí pueden leer la respuesta

RESPUESTA DE LA EMBAJADORA DE CANADÁ EN MÉXICO 





EXCELENTÍSIMA EMBAJADORA DE CANADÁ EN MÉXICO
SRA. SARA HRADECKY
PRESENTE                                                                                                  


15 de febrero de 2012

Señora Embajadora:

Por este conducto y de manera respetuosa deseamos manifestar a usted nuestra grave preocupación por el inminente inicio de operaciones de las explotaciones mineras por parte de compañías canadienses en la Sierra de Catorce, San Luis Potosí, las cuales amenazan diversas zonas del área natural de Wirikuta, territorio de peregrinaje ancestral y de valor cosmogónico para el pueblo wixárika o huichol. Cabe mencionar que este territorio fue incorporado por la UNESCO en 1988 a la Red Mundial de Lugares Sagrados Naturales, y desde el 2004 se halla en la lista tentativa de la UNESCO para ser Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad.

A las 22 concesiones mineras otorgadas por el gobierno federal mexicano a la empresa First Majestic Silver Corp, asentadas tanto en la población histórica de Real de Catorce como en una parte de la mencionada reserva territorial, se suman --de acuerdo con informaciones difundidas recientemente-- nuevas concesiones en cuya adquisición participaron Lake Shore Gold y West Timmins Mining, operadas actualmente por Revolution Resources Corp (todas empresas canadienses), a través del megproyecto Universo, el cual comprende una gran porción de la parte baja de Wirikuta.

Es bien sabido que los métodos comúnmente empleados por estas compañías para llevar a cabo la extracción de metales preciosos (plata, principalmente), generan diversos grados de daño y contaminación de suelos y aguas. El ejemplo más alarmante de esta actividad es la persistente y devastadora Minera San Xavier, subsidiaria de la compañía canadiense New Gold, también en San Luis Potosí.  En el caso de la Sierra de Catorce, nos preocupan sobremanera los efectos destructivos que tal actividad puede producir sobre el frágil ecosistema de semidesierto, el cual alberga una amplia diversidad de flora y fauna silvestres. Esta diversidad comprende muchas especies endémicas, pero sobre todo numerosas especies raras, amenazadas o en peligro de extinción, protegidas tanto a nivel nacional (NOM-059) como internacional (CITES I y II).  Sólo en el apartado de las cactáceas, suman 29 las especies incluidas en alguna categoría de riesgo dentro de la reserva de Wirikuta, cuyo listado anexo al presente escrito.

miércoles, 15 de febrero de 2012

“La montaña no tendrá el mismo aspecto si se le quita su alma”



La defensa de Wirikuta fue un tema de portada en The Washington Post

San Luis Potosí está marcado por la llegada de empresas canadienses que pretenden (en el mejor de los casos, si no es que ya lo están haciendo), explotar las minas en diversas zonas del estado. El caso más emblemático de esta situación se da en Cerro de San Pedro, cuna de la región que ha sido devastaba por la Minera San Xavier.
Gran número de pobladores y activistas se han mantenido en pie de lucha contra “la voracidad”–como en repetidas ocasiones lo han dicho– de la trasnacional, que poco a poco ha ido acabando con la historia, cultura y patrimonio de San Luis Potosí.
Esta situación ha sido retomada a nivel nacional, tal vez el caso más representativo es el Carlos Monsiváis, que en más de una ocasión escribió y criticó duramente la actividad de la Minera San Xavier en Cerro de San Pedro.
Ahora, muchas voces se han escuchado en torno a la llegada de First Majestic Silver y la miera Real Bonanza a la región de Wirikuta. Medios nacionales han hecho investigaciones en la zona para conocer la postura de los pobladores, sobre todo, porque este caso no se limita a la explotación de minas en Real de Catorce.
La llegada del capital canadiense al Altiplano significaría la violación de una zona sagrada, protegida por los Huicholes y que ellos mismos describen su “esencia de la vida”.
Mirada Internacional
Este caso, al igual que los trabajos de Minera San Xavier en Cerro de San Pedro, ahora ha sido retomado a nivel internacional. La defensa de Wirikuta significó uno de los temas de portada para The Washington Post, que en su edición de ayer 14 de febrero tituló “Where cosmic and comercial collide” (Cuando el cosmos y lo comercial chocan), un artículo de William Booth que hace referencia al trabajo minero en Real de Catorce. A continuación, se presenta una traducción sintetizada del texto publicado ayer por el diario estadunidense:
Para los Huicholes, las montañas del desierto son sagradas, un portal cósmico con gran empuje, donde los chamanes recolectan el peyote, que alimentan los sueños de vigilia que mantienen unido el universo.
Para una empresa minera canadiense, estas mismas colinas parecen mil millones de dólares de plata enterrada.
En un choque marcado de culturas, los Huicholes están tratando de detener la inversión de 100 millones de dólares, en 15 años de proyecto minero a partir de este año.
Su lucha se presenta con varios pueblos indígenas, gente desde Alaska hasta el Amazonas está luchando para proteger no sólo su entorno, sino también a sus culturas de la decadencia.
Esto plantea una pregunta difícil: ¿Cómo se protege un portal cósmico?

La Defensa de Wirikuta en el Washington Post


Huichol ‘cosmic portal’ peyote ceremonies threatened by silver mine


REAL DE CATORCE, Mexico — For the Huichol Indians, the desert mountains here are sacred, a cosmic portal with major mojo, where shamans collect the peyote that fuels the waking dreams that hold the universe together.
For a Canadian mining company, these same hills look like a billion dollars worth of buried silver.In a stark collision of cultures, the famously mystical Huichol are trying to stop a $100 million, 15-year mining project from starting this year.
Their struggle comes as indigenous people from Alaska to the Amazon are rallying to protect not just their environment but also their cultures from decay.
This raises a tough question: How do you protect a cosmic portal?
“For them the whole mountain is a temple, and the gold and silver below the ground are there for a reason — they contribute to the energy, and it would be best if they just left it alone,” said Eduardo Guzman, an activist and spokesman for the Huichol living in a hard-scrabble pueblo called Las Margaritas at the foot of the magic mountain.
Past Guzman’s ranch gate, a minivan loaded with Huichol, dressed in embroidered muslin tunics and straw hats dancing with colored balls and feather totems, bounced by on their way to a ceremony. The elders said they were too busy to talk and departed in a cloud of dust.
The Huichol had come from their village 150 miles away to hunt peyote — the hallucinogenic cactus they call “the blue deer.” The Huichol eat the peyote cactus raw or dried, producing auditory and visual hallucinations — pleasant or not — and sensations of introspection and deep insight.
“For the Huichol, peyote serves as the central sacrament of their rituals,” said Paul Liffman, an anthropologist at the Colegio de Michoacan, who has studied the group for years. It is not a party drug. “It is taken to illuminate the user, to light them from inside.”
As the permits are sought for the silver mine, and other threats mount in the area (another outfit seeking gold, a hothouse tomato industry nearby), Liffman said, “I have never seen the Huichol this scared. In their view, this is an existential threat.”
The Huichol, who might number 50,000, are poor but proud. They may be subsistence farmers eking out a living growing beans and corn, but they believe that their rituals to honor the deities and their ancestors — and their protection of a sacred geography of springs, hills and beaches — are necessary to preserve the integrity of the entire universe.
“They’re not exactly given to modesty,” Liffman said.
Wary of outsiders, living in inaccessible villages far away, they are allying themselves with a loose confederation of hippies and anthropologists, Mexican activists and horticultural tourists who have made the former ghost town of Real de Catorce into a kind of New Age energy hub of their own, where an ersatz Apache from Italy might take a couple of visiting seekers into the desert to hunt some recreational blue deer for themselves.
Humberto Fernandez has lived in Real de Catorce since the 1970s. A local character — and a character actor — Fernandez owns the Real Hotel, and the lobby is lined with photos of the hotelier with Julia Roberts, Brad Pitt and Johnny Depp. The movie “The Mexican” was filmed here, and its director, Gore Verbinski, is a friend.

By William Booth, Published: February 13
The Washinton Post 
http://www.washingtonpost.com/world/the_americas/cosmic-portal-threatened-by-silver-mine/2012/02/04/gIQA7iB0BR_story.html


Fotografía Juan Carlos Bucio

¿González de Alba Atroz? a propósito de Wirikuta




En respuesta al artículo publicado por Luis González de Alba en el periódico MILENIO
"El dios del fuego está llorando"
12 de Febrero del 2012

¿González de Alba? ¿El de los días y los años sesentayochero? ¿Que luego publicó una columnita de divulgación científica me parece que en el uno más uno o en la primera época de la jornada? ¿Desde dónde nos habla González de Alba sobre el pueblo wixárika que pide respeto para sus territorios sagrados?. Desde el método científico, desde el positivismo. Pero no desde el capullo histórico de tales cuerpos explicativos del mundo que supusieron novedad dialéctica en su momento. Gonzalitos de Alba lanza su diatriba desde lo más rancio institucional de un pensamiento exrevolucionario antirreligioso que devino en un poder caciquil tan autoritario y represor como cualquier religión. El mundo como un sistema de relojería mecánico, perfecto, medible y predecible. Sin misterio ni fe ni espíritu. Y además, en movimiento lineal hacia el progreso según Europa y don dinero. No hay rutas para él. Todos los caminos llevan a la clase media. Ni modo. No lo voy a insultar como él insulta al pueblo wixárika. Lo que más lamento es que este ideólogo que se cree muy inteligente no es un caso excepcional. Así como él, piensan muchos funcionarios en la secretaría de economía y en otras dependencias gubernamentales de la república mexicana y en los grandes corporativos del capital: a los indios hay que borrarlos del mapa. No importa que sus casas sean los territorios mejor conservados del planeta; o por eso mismo, hay que arrebatarles esa riqueza para consumirla en la voracidad de nuestra autodestrucción. Así con esa visión gandalla del más fuerte comiéndose al más natural, hemos borrado culturas enteras, grandes bibliotecas de sabiduría.¿Cuál sabiduría hay en Wirikuta, González de Alba?  ¿Por qué dice un tal Eusebio de Nayarit que allí nace la verdad?: porque allí se guarda la memoria de nuestro origen. Allí recordamos nuestra condición de naturaleza como hijos descendientes de la energía mar, tierra, viento, sol, piedra, flor. Y no la recordamos como dato. En Wirikuta el peregrino puede sentir la interconexión energética y vital de todo interrelacionado entre sí. Por eso de la naturaleza ellos se saben nietos bisnietos y entienden su lengua, su manifestación, como suerte de una palabra mayor; y actúan en reciprocidad, tomando y agradeciendo creativamente con pura poesía. Aunque a usted, desde su siglo XIX, le parece una tontería, ellos le hablan cantadito a la naturaleza y obtienen respuesta. El 6 de febrero 600 huicholes pidieron lluvia y llovió. Por más que las empresas mineras y usted ofrezcan el chanchullo de la clase media para desindigenizar el corazón antiguo de México, los cantadores wixaritari metieron amparo para continuar su trabajo propiciatorio de nuevo tiempo, nuevo acuerdo, renovación del mundo y la conciencia hasta que la energía nos alcance.

Eduardo Guzmán Chávez
14 de febrero del 2012


Fotografía: Juan Carlos Bucio

La leyenda que se está bordando hoy (quinta parte y nuevo tiempo)

Así es que 
sean ustedes 
no es que piensen
que su vela voy llevando
en el cerro en su nacer están unidos
en Wilikuta 
en Wilikuta 
estamos unidos

Y así como el arcoiris ilumina las nubes sobre la sierra, nubes que no llegaban a cantar hace tiempo, así llegan los peregrinos serpiente llena de flores al templo, con las velas, los cirios, los bastones emplumados que van caminando. Los rostros de las montañas resplandecen. Dialogan con la lluvia y con el viento.

Eso lo que miran
esto es lo que nosotros ya decimos
ya estamos Muvierik+ka
mira donde estamos Muvierik+ka
estamos en un lugar llamado Kwuarupata
nuestro k+pieri ahí estamos
así es que lo decimos
cómo es que vamos a unirnos

Es que como acertando en nuestra vela 
en nuestra vela estando
lo que decimos Muvierik+ka
K+tsitemai
Uxainuri
con razón vamos a unirnos
teniendo a nuestras noches 
así es como decimos.
Así es que estaremos
con estas palabras van tumbándose
en Usaimuta se van tumbando 
Maxa uxa Kusa uxa

Es el tiempo de escuchar a los más antiguos. Florece su canto en lo más alto, en lo profundo y en los cuatro rumbos.

Es un tejido que vincula todo.
Ahora estamos todos adentro del templo, del jardín, Palita+ta. Como el sol cuando brota del mar oscuro y victorioso entra a Wirikuta.