Washington, 9 de agosto.
Los gobiernos del continente que deseen implementar proyectos que afecten a grupos indígenas deben consultarles y obtener su consentimiento antes de proceder, afirmó este martes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En un comunicado, la CIDH advirtió que algunos proyectos de desarrollo o concesiones de explotación de recursos pueden “menoscabar los recursos naturales que allí se encuentran y afectar la supervivencia e integridad cultural de los pueblos indígenas.
De ahí que sea indispensable la participación efectiva de los pueblos indígenas (...) antes de la aprobación e implementación de estos planes, proyectos o concesiones, en tanto garantía de su supervivencia individual y colectiva, indicó el órgano en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
Desde el 27 de junio de 1989, el convenio 169 de la Oficina Internacional del Trabajo sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes establece en su artículo cuarto que deberían adoptarse las medidas especiales que se precisen para salvaguardar las personas, las instituciones, los bienes, el trabajo, las culturas y el medio ambiente de los pueblos indígenas y tribales.
En México, en el cerro El Quemado, en la sierra de Catorce en el estado de San Luis Potosí, la minera canadiense First Majestic Silver, con la anuencia oficial, pretende extraer plata y posiblemente uranio en un ceremonial huichol.
El caso ha suscitado desde el 11 de marzo de 2011 protestas del los wiraikas (huicholes), de los coras y de los tepehuanes, ya que para el pueblo huichol la sierra de Catorce y su valle circundante conforman un lugar sagrado.
Ellos llaman a esa región Wirikuta –incorporada desde 1988 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura a la red mundial de lugares sagrados naturales– y le rinden tributo desde tiempos inmemoriales, pues es uno de los puntos cardinales donde nace Tau (el sol), considerado pilar de la vida.
Los huicholes realizan una peregrinación, dos veces al año, desde sus lugares de origen en los estados de Jalisco y Nayarit, para llegar a diferentes puntos de Wirikuta, considerado como un templo natural que cobija distintos sitios sagrados, que serían afectados por la explotación minera y cuya destrucción significaría para ellos el fin de la humanidad.
La observación de la CIDH ocurre a pocas semanas de que Brasil omitió consultar a indígenas y aprobó un proyecto para construir la tercera mayor represa en el mundo, Belo Monte, en el estado amazónico de Pará.
En Bolivia, el gobierno del presidente Evo Morales comenzó hoy a construir una carretera de 306 kilómetros que atravesará una reserva ecológica en el territorio indígena y parque nacional Isiboro Secure, una región selvática de un millón de hectáreas ubicado en el centro del país, vía a la que se oponen pobladores indígenas, moxeños, yurakarés y chimanes.
Los indígenas recorrerán 600 kilómetros a partir del próximo lunes desde la ciudad amazónica de Trinidad hasta La Paz, para alertar sobre el posible daño ambiental a la madre tierra.
Fuente:
La Jornadahttp://www.jornada.unam.mx/2011/08/10/mundo/027n1mun
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