lunes, 20 de enero de 2014

De su ardiente corazón


Para Juan Gelman

Cuando los hijos de la Tierra necesitamos ayuda, cuando ya no podemos ni rezar, ella, mujer universo, escucha los sollozos, siente que apenas respiramos y de su ardiente corazón, atravesando todo, hace brotar volcanes. Así, en medio del mar jardín de rosas. En medio de la mar mar.
La pasión con que responde tiñe de fuego la superficie, de su sangre, llena por un momento de cenizas y vapores el cielo.
Nos devuelve al presente.
Así el poeta es un volcán.
Por eternidades levanta su palabra el agua y la llueve sobre las montañas, esa agua arrastra minúsculas partículas de corazón, de semen solar, y fertiliza la vida, el arrecife, el bajío, pero sobre todo le devuelve la salud a la humanidad.
Nos devuelve la humanidad.
Perfora y disuelve rostros viejos, acuerdos caducos.
Nos llena de ríos por encima y por dentro.
Es un ancestro siempre actual.
En estos acomodos, los hilos de la vida quedan al descubierto, podemos verlos cuando subimos a la montaña a caminar, ahí entre la roca está el tejido con que nos envuelve ese dueño de la palabra que generoso brotó para sacudirlo todo desde las entrañas del misterio mineral.
Gracias siempre.
19 de enero del 2014

Foto: El Popocatépetl en la tarde del 18 de enero del 2014 vía webcamsdeméxico

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