jueves, 12 de enero de 2012

Los venados se aparean



Cuando en la tierra es tiempo de invierno, en la parte de nuestra madre en la que te toca vivir, es un tiempo de sueños, como cuando los cantadores parecen dormidos en sus sillas mientras los ancestros los arrullan y los llevan a ver, a escuchar. Las semilas de los sueños laten, arden. Mientras algunos en la tierra duermen los árboles cantan. Las astas de los venados chocan, cantando tambien. Todo esto pasa durante los cinco días que le lleva al niño cruzar el mar profundo, el oscuro inframundo desde donde va a nacer Sol.

Es el tiempo de apareamiento de los venados, de los del cielo y los de la tierra. Raspan con sus pezuñas el suelo, resoplan, embisten.Chocan y se quedan enganchadas las astas de los venados. Así se atan todas juntas las varas de mando, como las astas del venado.Nuestro padre Sol baja a la tierra como enorme águila negra, cae como si viniera por una presa. 

Algunos hombres que están despiertos aun cuando parece que duermen, pueden ver al águila, toman sus arcos y flechas y le disparan, luego corren a buscar el lugar donde ha caído.Pero no van a encontrar esa enorme águila. El sol ha penetrado en la tierra, la preña con su sangre semilla. Los cazadores, los que están despiertos van cantando a esta bendición que ha caído del cielo, le cantan y como respuesta solo ven la sangre, el corazón del sol que ha brotado de la tierra, cuando llegan a ese lugar, ven que es un árbol sagrado, un Palo de Brasil.Es un momento muy sagrado la cacería del Brasil.No se trata de comprar un pedazo de madera en el mercado y entregarlo a un artesano para que lo trabaje, hay que cazarlo desde el sueño del corazón, hablarle porque está vivo. Es la sangre y corazón del Sol. Hay que anhelarlo, pedirlo, rezarlo.De el Palo de Brasil se modelan las varas de mando para las comunidades.

Esto sucede en muchos lugares de esta nuestra madre tierra.Las varas que en este tiempo se están entregando tienen que ser muy bien cuidadas, honradas, veneradas, se visten con listones de colores, plumas de águila, collares de chaquira. Se les acerca copal y velas, sangre, atole, tesgüino, es decir, se les da atención.En este tiempo, los cargos de atender a los diferentes aspectos de la vida se entregan a los miembros de la comunidad y su autoridad nacida del servicio es representada por la vara.Tambien se hacen flechas y bastones de rezo con Brasil. Todo es el mismo árbol sagrado, nuestra sangre y corazón.

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