En respuesta al artículo publicado por Luis González de Alba en el periódico MILENIO
"El dios del fuego está llorando"
12 de Febrero del 2012
¿González de Alba? ¿El de los días y los años sesentayochero? ¿Que luego publicó una columnita de divulgación científica me parece que en el
uno más uno o en la primera época de la jornada? ¿Desde dónde nos habla
González de Alba sobre el pueblo wixárika que pide respeto para sus territorios
sagrados?. Desde el método científico, desde el positivismo. Pero no desde el
capullo histórico de tales cuerpos explicativos del mundo que supusieron novedad
dialéctica en su momento. Gonzalitos de Alba lanza su diatriba desde lo más
rancio institucional de un pensamiento exrevolucionario antirreligioso que
devino en un poder caciquil tan autoritario y represor como cualquier religión.
El mundo como un sistema de relojería mecánico, perfecto, medible y predecible.
Sin misterio ni fe ni espíritu. Y además, en movimiento lineal hacia el
progreso según Europa y don dinero. No hay rutas para él. Todos los caminos
llevan a la clase media. Ni modo. No lo voy a insultar como él insulta al
pueblo wixárika. Lo que más lamento es que este ideólogo que se cree muy
inteligente no es un caso excepcional. Así como él, piensan muchos funcionarios
en la secretaría de economía y en otras dependencias gubernamentales de la república
mexicana y en los grandes corporativos del capital: a los indios hay que
borrarlos del mapa. No importa que sus casas sean los territorios mejor
conservados del planeta; o por eso mismo, hay que arrebatarles esa riqueza para
consumirla en la voracidad de nuestra autodestrucción. Así con esa visión
gandalla del más fuerte comiéndose al más natural, hemos borrado culturas
enteras, grandes bibliotecas de sabiduría.¿Cuál sabiduría hay en Wirikuta,
González de Alba? ¿Por qué dice un tal
Eusebio de Nayarit que allí nace la verdad?: porque allí se guarda la memoria
de nuestro origen. Allí recordamos nuestra condición de naturaleza como hijos
descendientes de la energía mar, tierra, viento, sol, piedra, flor. Y no la
recordamos como dato. En Wirikuta el peregrino puede sentir la interconexión
energética y vital de todo interrelacionado entre sí. Por eso de la naturaleza
ellos se saben nietos bisnietos y entienden su lengua, su manifestación, como
suerte de una palabra mayor; y actúan en reciprocidad, tomando y agradeciendo
creativamente con pura poesía. Aunque a usted, desde su siglo XIX, le parece
una tontería, ellos le hablan cantadito a la naturaleza y obtienen respuesta.
El 6 de febrero 600 huicholes pidieron lluvia y llovió. Por más que las
empresas mineras y usted ofrezcan el chanchullo de la clase media para
desindigenizar el corazón antiguo de México, los cantadores wixaritari metieron
amparo para continuar su trabajo propiciatorio de nuevo tiempo, nuevo acuerdo,
renovación del mundo y la conciencia hasta que la energía nos alcance.
Eduardo Guzmán Chávez
14 de febrero del 2012
Fotografía: Juan Carlos Bucio
Fotografía: Juan Carlos Bucio
De hecho, tiene toda la razón González de Alba. "La realidad es quello que no se va cuando cerramos los ojos".
ResponderBorrarPor cierto, toda la primera parte son argumentos ad hominem ("contra el hombre"), inadmisibles en un debate lógico. El historial de González de Alba es irrelevante: "La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su puerquero".
Saludos.