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“El que no
corre, vuela…”
La India María
“El genio sin educación es
como la plata en la mina”, epígrafe atribuido a Benjamin Franklin en el siglo
XVIII, con el que empieza Sergio
Sarmiento su artículo Wirikuta minera,
publicado el día de hoy en el Diario
Reforma, (y replicado en otros medios, por ejemplo aquí lo pueden leer http://www.criteriohidalgo.com/notas.asp?id=121455) es a todas luces tramposo en la medida que lo descontextualiza del
tiempo histórico en el que el desarrollo industrial requería del uso de ese y
muchos otros minerales. En la actualidad la explotación minera responde en gran
medida a la especulación financiera que los grandes capitales hacen de la
minería. El periodista sin conocimiento es como Fox en los Pinos.
La defensa de todo derecho humano, territorial, ambiental, cultural,
espiritual y, al uso y disfrute de los recursos naturales, nunca serán moda
cuando dichos derechos son violados y atentan la existencia misma de una
cultura, incluso con todas las de la ley. La violación de tales derechos es lo
que tendría que pasar de moda. Igualmente lo que no parece pasar de moda dentro
de cierto periodismo como el de Sergio Sarmiento, es aquel que en lugar de honrar
su profesión y la verdad, se inscriben en la ominosa lista de francotiradores
al servicio del poder.
La fiebre del oro pone de moda todo tipo de barbaridades, por lo que
no es extraño que se aduzca la respetabilidad y la adherencia ética y ambiental
como reconocimiento de organismos e instituciones pares a una de las mineras
que tienen sus intereses en Wirikuta, la First Majestic SIlver Corp. lo sabe y recurre a la moda añeja de tener
entre sus filas al “minero de año” y a un periodista leído para pregonarlo.
Cuestión de modas y modos que no pueden estar por encima de los propios
derechos constitucionales que en materia de derechos humanos e indígenas están
por encima de leyes secundarias como la minera.
Tampoco son más que la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de su recomendación sobre Wirikuta, que Sarmiento cita pero parece no haber leído,
como de todo sentido común que respete lo que queda de soberanía nacional.
Afirmar que quienes defienden Wirikuta piensan un mundo sin minería
es otra barbaridad, repetidamente se ha señalado que nadie está en contra de la
minería, pero que en Wirikuta no es posible. El oro, la plata, todos los
minerales, flora y fauna constituyen no sólo un ecosistema único en el mundo
sino un complejo territorial, cultural y espiritual que fundamenta la
existencia de una cosmovisión que mantiene viva el pueblo wixárika y que ni
todo el oro y plata del mundo pueden pagar.
Si la barbaridad es la moda, la insensatez de Sarmiento no lo es
menos, por eso se atreve a afirmar que tal inversión y empleo minero es
benéfico a esta región sumida en la pobreza sin preguntarse por las causas de
la misma y rematar que el impedimento de tal
inversión minera es la peor violación a los derechos humanos y
culturales, omitiendo las propuestas del pueblo wixárika y las organizaciones
defensoras para la restauración y desarrollo con trabajo digno a los pobladores
de Wirikuta con proyectos que ya están en marcha.
Habrá que recordarle que el
abandono al campo y la corrupción han sido en la historia reciente de las
políticas públicas, generadoras de la pobreza que pone a los pobladores entre
la espada y la mina. Y si quiere hablar del otro lado de la moneda tendrá que
considerar que a la lucha contra la pobreza debería existir también lo mismo
contra la opulencia. Inclusive habría que decir que los precios del oro y la
plata suben su valor en la bolsa de valores cuando el clima de la inseguridad campea
en el mundo y que el oro extraído en México es comprado después a tres veces
más su valor.
8 de octubre 2012
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